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Soneto XXXIX

Comentario

Este soneto, que traduce casi literalmente el soneto XXIII de Sannazaro no está claramente atribuido a Garcilaso dadas las irregularidades en la medida que se observan en los versos 1, 4, 6 y 10.

¡Oh celos, de amor terrible freno

¡Oh celos, de amor terrible freno
Que en un punto me vuelve y tiene fuerte;
hermanos de crueldad, amarga muerte
que, con tu vista, torbas el cielo sereno!

¡Oh serpiente nacida en dulce seno
de hermosas flores, que mi esperanza es muerte:
tras próspero comienzo, adversa suerte,
tras süave manjar, recio veneno!

¿De cuál furia infernal acá saliste,
oh cruel monstruo, oh peste de mortales,
que tan tristes, crudos mis días heciste?

Torna ya sin aumentar mis males;
desdichado miedo, ¿a qué veniste?,
que bien bastaba amor con sus pesares.


Alteras, oscureces.

Una alusión a las tres furias del infierno romano que remordían el alma de los que cometían acciones reprobables.

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