Repercusiones

Garcilaso, como ya hemos anunciado antes, se convirtió rápidamente en un modelo digno de imitación a la misma altura que los autores clásicos.

Es destacable su influencia, y no solo métrica, en la obra San Juan de la Cruz y Fray Luis de León; es indudable también su influencia en Quevedo y Góngora. Lope de Vega y Quevedo lo utilizaron también como contrapunto a la dificultad culterana.

A través de Bécquer, mediante el uso de la naturaleza y la expresión del sentimiento amoroso, llegó a nuestra poesía contemporánea; Salinas dejó clara también la influencia que Garcilaso imprimió a su obra en la utilización de un verso del autor toledano para su obra más conocida: “La voz a ti debida”; Alberti se ofreció a ser su escudero en “Marinero en tierra”; José García Nieto, ya en plena postguerra le rindió homenaje llamando Garcilaso a la revista que fundó para reorientar la poesía de postguerra hacia el clasicismo…

En definitiva, nadie duda de la influencia de Garcilaso, a pesar de su escasa obra, en nuestra literatura. La pervivencia de su poesía, o de la poesía en general, se ve claramente reflejada en el caso de Luis García Montero en su poema “Garcilaso 1991” que podríamos considerar un símbolo de la continuidad de este autor.