Introducción

En este soneto, cuya fecha de composición es difícil precisar pero que se ordenó con el número V en las obras de 1543, Garcilaso desarrolla un concepto neoplatónico en el que la amada es una especie de divinidad que graba su imagen en el alma del enamorado. Para la descripción de la amada desarrolla el tópico renacentista “donna angelicata” que presenta a la mujer como símbolo de perfección; el yo poético está desarrollado a partir del tópico “religio amoris” que se refiere al amor como una especie de culto religioso en el que el entendimiento se ve sustituido por un dogma de fe: “aunque no cabe en mi cuanto en vos veo, / de tanto bien lo que no entiendo creo, / tomando ya la fe por presupuesto.”

            El uso de estos dos tópicos nos puede hacer pensar en reflejos del concepto amoroso del amor cortés pero, aún siendo cierto, Garcilaso le imprime una sinceridad que lo une con la expresividad amorosa de Petrarca y de Ausiàs March.