El novio de Carolina, Alberto, murió en un naufragio tras cuatro años de relaciones. En este soneto, Carolina toma como referencia el mes de diciembre para narrarnos su relación hasta llegar al último verso donde, ya muerto su amante, solo permanece la pasión.
La niebla del diciembre quebrantaba
del sol los melancólicos fulgores
cuando en mi corazón de tus amores
el acento primero resonaba.
El segundo diciembre se acercaba
trayendo para mí nieblas mayores
que a merced de los vientos bramadores
tu nave en el Atlántico bogaba.
Y el diciembre tercero aparecía
templado, alegre como el mayo hermoso
y eras tú mi suspiro todavía.
El cuarto arrebatado, tempestuoso,
vino a robarme la ventura mía
¡ay! mas no a dar a mi pasión reposo.
Badajoz, 1846
Carolina Coronado, Poesías, 1852
Autor del audio: Víctor Villoria

Francisca Aguirre. Frontera
octubre 2, 2023

La épica medieval. Los cantares de gesta. El Cid
octubre 1, 2023

Aleixandre. Ciudad del paraíso.
septiembre 29, 2023

César Vallejo. Espergesia
septiembre 28, 2023

Góngora. Amarrado al duro banco
septiembre 27, 2023

Gil de Biedma. A través del espejo.
septiembre 26, 2023